En la vida hay ascensos que llegan con diploma o con mucho trabajo, pero hay otros, los mejores, que llegan con una foto enviada por WA o con un llanto chiquito a medianoche. Convertirse en abuelo por primera vez es uno de esos hitos que resetean la existencia, cambian las prioridades en la agenda y hasta el sistema de creencias. Ese regalito de Di...